Almendras tostadas

Hace mucho tiempo que en casa no se compran almendras, para nada, desde que los almendros del pueblo están más grandes y la cosecha es abundante, el consumo de almendras en casa se ha duplicado. Antes las hacía fritas, como las hacía mi madre, bastaba con ponerlas en una sartén con un poco de aceite y sal, pero desde que las hago en el horno y además peladas, son un éxito. Todos los días mi marido se toma un vasito de vino (del que él hace, claro) con unas almendras (de las que él cultiva y yo tuesto). En casa nunca faltan, siempre tengo un bote lleno, unas con sal y otras sin ella, para cualquier comida.
Los míos siempre me preguntaban ¿Cuándo vas a subir las almendras al blog?. Y es que en alguna ocasión me he negado, por lo sencilla y simple que me parece, hasta que un grupo de amigos que las probaron en una excursión, me animaron a hacerlo, porque no tenían ni idea de cómo se podrían hacer unas almendras tan ricas en el horno de casa, así que esta receta va por vosotros, los amigos de Isabel Simón, Fernando, Pura, Candela, Paqui, José Antonio e Irene; la próxima excursión al Bosque Encantando seréis vosotros los que llevéis las almendras.




Ingredientes

- Almendras crudas con piel.
- Sal muy fina (molida).

Precalentamos al horno a 150ºC en horno convencional, si lo hacemos con aire le bajaremos la temperatura a 110º.
Ponemos agua abundante en un cazo y, cuando empiece a hervir, añadimos las almendras crudas; pasado 1 minuto las echamos en un colador y tapamos con un paño y comenzamos a pelarlas. Este paso es muy fácil, basta con estrujar un poco con los dedos la almendra y ésta saldrá sola de su piel (si le quitamos el paño se secarán antes de terminar de pelarlas y nos costará mas trabajo).
Ponemos las almendras peladas en la bandeja del horno, bajamos la temperatura a 120º y movemos frecuentemente; primero tienen que secarse del exceso de agua de cocerlas, esto viene a ser unos 5 u 8 minutos, y después comienza el tostado. A partir de este momento hay que moverlas con más frecuencia para que no se nos quemen por un lado. A los 20 minutos estarán listas, aunque si te gustan más tostadas las dejamos unos minutos más. Le pondremos la sal unos minutos antes de sacarlas del horno.
Es muy fácil quemarlas, hay que estar muy pendientes de ellas.
Una vez que tengan el tostado que nos gusta, las sacamos del horno y las ponemos en un plato llano para que se enfríen, una vez bien frías las ponemos en un bote hermético y nos durarán varios meses.



¡ Buen provecho !

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