Alcachofas con salsa de cebolla

No puedo decir que es mi verdura favorita, porque me gustan todas, pero es una de las verduras que mas me gustan. No siempre las cocino tan elaboradas, simplemente cocidas y con una vinagreta, me encantan, pero con bechamel y jamón o atún y gratinada con queso…deliciosas!!!
Es una verdura que dependiendo de la zona donde se cultivan, las encontramos en dos estaciones, en otoño, desde octubre a diciembre, las compramos de buen tamaño, bastante carne y un sabor delicioso y las podemos ver otra vez a principios de la primavera, desde marzo a junio, si está cultivada en el mediterráneo. Fuera de esa época también las encontramos en las tiendas, pero su precio es mas elevado y su sabor un poco amargo y menos carnosas.


Esta receta es mi amiga Mª José, la de Herencia, la que vive en Madrid, que aunque no le gusta nada cocinar, lo que hace lo hace muy bien y esta receta heredada de su madre le sale fantástica.
No es precisamente una receta light, pero no todo tiene que ser tan, tan sano, de vez en cuando un poco de fritura no viene mal y estas alcachofas están.... para rebañar el plato. Como hizo mi invitado y fotógrafo con estas alcachofas.
A mi me gusta hacer esta receta con alcachofas frescas, pero con alcachofas congeladas no está nada mal.



Ingredientes para 4 personas

- 1 ½ k o 2 k de alcachofas frescas.
- 4 huevos cocidos.
- 1 cebolla mediana.
- Harina para rebozar.
- Aceite de oliva para freír.
- Sal.



Limpiamos las alcachofas, como tengamos costumbre, quitandole las capas mas duras y dejándolas en agua con zumo de limón o unas ramitas de perejil para evitar que se oscurezcan. Las partimos por la mitad.
Las ponemos a cocer en una olla con agua y sal hasta que estén tiernas. Una vez cocidas las dejamos escurrir muy bien.
Pelamos los huevos que habremos cocido unos 12 minutos en agua y sal y los partimos por la mitad.
En una sartén con bastante aceite, freímos las alcachofas y los huevos previamente enharinados, hasta que estén dorados. Apartamos en un plato con papel absorbente.
En otra sartén o en la misma, retirando el aceite y quitando los restos de harina. Hacemos un sofrito con un poco de aceite, la cebolla muy picadita y sal. Cuando esté dorada, la pasamos por la batidora con medio vaso de agua y la volvemos a poner en la sartén ( si no quieres, no es necesario triturarla). Ponemos dentro las alcachofas, cubrimos escasamente de agua y dejamos que la salsa espese un poco, rectificamos de sal y antes de apartarlas ponemos los huevos, movemos un poco la sartén y apartamos.




¡ Buen provecho !

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