Galletas de calabaza

Este fruto de otoño-invierno es maravilloso para cocinar. Dulce o salado, sofisticado o sencillo, casa bien en cualquier preparación, cocinada o cruda, con carne, pescado, legumbres o sola, es esencial en mi cocina. Su durabilidad hace que cocine con ella no solo en otoño, alargo la temporada a todo el invierno. Todavía me quedan varias de las que me regalaron en noviembre.
Ya he subido al blog algunas de las preparaciones que hago con ellas, desde el típico guisote de mi pueblo con calabaza y bacalao, garbanzos con calabaza, lasaña, menestra y una fritada típica de la Alpujarra y tres de mis cremas favoritas, la clásica, con setas y la asada. Y como no…en preparaciones dulces un delicioso bizcocho especiado y estas galletas, que son adictivas.
Las cucharaditas son de las de café, no de postre.
Respeta el peso de los ingredientes, de eso depende la facilidad y el éxito de la receta.





Ingredientes para unas 30 galletas pequeñas

- 290 gr de harina floja.
- 170 gr de mantequilla.
- 125 gr de azúcar.
- 55 gr de puré de calabaza.
- ½ cucharadita de vainilla líquida.
- ¼ de cucharadita de canela en polvo.
- ¼ de cdt. de clavo molido.
- ¼ de cdt. de nuez moscada.
- Una pizca de sal.




Empezamos haciendo el puré de calabaza, para eso, la cortamos en trocitos y la cocemos en el microondas o en un cazo cubierta de agua. Una vez que esté blandita, unos 20 minutos, aunque dependerá de lo grandes que hagamos los trozos, la dejamos escurrir bien. Después la chafamos con un tenedor y reservamos la pulpa dentro de un colador para que siga soltando agua. La dejamos enfriar antes de ponerla en la masa.
Ponemos en un bol la mantequilla a punto de pomada, con el azúcar y batimos hasta que tengamos una crema suave.
Añadimos el puré de calabaza, la vainilla, canela, clavo, nuez moscada, la sal y batimos hasta integrar todo.
Incorporamos la harina poco a poco, hasta que tengamos que amasar con las manos. No amasamos demasiado, lo justo para integrar los ingredientes.




Dejamos reposar en el frigo unos 20 minutos, para que la podamos manejar mejor, si está blanda la masa, será más difícil manejarla y las galletas no nos saldrá tan bonitas.
Ponemos la masa entre dos papeles de horno o sulfurizado y la estiramos con un rodillo hasta que tengan un grosor de ½ cm.
Las cortamos con un cortapastas y las ponemos en la bandeja del horno sobre papel de hornear. Si tardamos en hacerlas es conveniente meterlas en el frigo antes de hornearlas.
Las metemos en el horno a 175ºC, previamente caliente, unos 20 minutos o hasta que veamos que los bordes empiezan a dorarse.



¡ Buen provecho !

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