Higos secos con almendras

Lo que os presento a continuación, no es una receta de cocina tal y como las entendemos. Es una conserva que tiene muchas aplicaciones, se pueden poner como postre, solos o acompañados de flan o lo que se os ocurra, son exquisitos para tomarlos a modo de pasta con café o té y sobre todo para hacer ricos flanes y bizcochos (que haré más adelante).

Desconozco el origen de esta receta pero nos remontamos muchos, muchos años atrás. En esos años los higos se secaban, se aplastaban, se pasaban por harina y se guardaban en “seras” de esparto para utilizarlos de diferentes formas a lo largo del año. Otra forma de conservarlos es la que os doy a continuación, estos se conservaban en botes de cristal de esos antiguos de las tiendas de ultramarinos inclinados y de boca ancha.
En mi familia esto lo hacía mi tía Enriqueta y yo lo he aprendido de mi prima Leo (su hija) que sabe hacer de todo.
Para esta receta he contado con la inestimable colaboración de mi suegra, Paca, que ha secado los higos. Será que tiene un poco más de tiempo libre que yo….
Esto lo podéis hacer también comprando los higos ya secos, soy consciente de que no todos tendréis la posibilidad de poder secarlos.


Ingredientes

- Higos frescos.
- Azúcar.
- Almendras.
- Aguardiente.
- Canela.

Una vez recolectados los higos (los tenemos que coger maduros, pero sanos) los ponemos extendidos en una superficie lisa, donde le de el sol todo el día (en el pueblo se ponen extendidos en los “terraos”) y se les va dando la vuelta cada dos o tres días y los tenemos al sol durante 10 días o mas.
Una vez secos le cortamos el tallo (que al secarse se queda duro) y con ayuda de la maza del mortero o del almirez los vamos machacando. Una vez todos machacados se abren un poco, con ayuda de un cuchillo y le metemos dentro una almendra, los cerramos apretándolos con la mano.
En un bote de cristal se van poniendo capas de higos, se espolvorean de azúcar y canela y se presionan con la maza del mortero, no deben quedarse huecos (para que dure mas su conservación), hasta completar el bote, al final los regamos con un chorrito de aguardiente (la cantidad dependerá del gusto de cada uno, yo no suelo ponerle o solo le pongo una cucharada). Cerramos y ya tenemos listos nuestros higos con almendras.
Si los queremos para hacer flanes o bizcochos no le ponemos almendras, solo los guardamos en el bote con un poco de azúcar entre las capas.




¡ Buen provecho!

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