SARDINAS EN ACEITE DE MI MADRE

 

La sardina es un pescado que lo encontramos en los meses calurosos. Tiene sus fieles seguidores y también detractores, se suele comer a la plancha y el olor es tan intenso que yo evito hacerlas en la cocina de casa. No olvidemos que es un pescado azul y que su grasa insaturada, ayuda regular el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.
En esta receta no pongo ingredientes, es una conserva, podemos hacer las que queramos. Para un aperitivo o una tosta, mínimo 2 o 3 colas por persona.
Me gusta hacer esta receta como la hacia mi madre, con colas de sardinas gordas, pero también se puede hacer con sardinas pequeñas y admite pequeñas variaciones, como no poner el vino blanco o añadir al aceite una hoja de laurel y unos dientes de ajo.
Utilizo esta misma receta para hacer calamares en aceite y en ese caso no suelo ponerle vino blanco.

INGREDIENTES

- Sardinas grandes.
- Aceite de oliva.
- Vino blanco.
- Pimienta en grano.
- Sal.
- Una ramita de perejil ( opcional ).

Lo primero que hacemos es quitar las escamas a las sardinas, después cortamos la cabeza y parte del cuerpo, hasta dejar solo las colas y algo del cuerpo (si quieres, solo quita la cabeza y la tripa y las dejas enteras). Una vez limpias las secamos con papel de cocina. En una cazuela donde entren todas en una sola capa, las colocamos bien ordenadas y las cubrimos con aceite, añadimos un vaso pequeño de vino blanco, unos granos de pimienta y un poco de sal. Dejamos cocer a fuego lento hasta que se evapore el vino y solo quede el aceite, unos 30 o 40 minutos. Yo las guardo en un recipiente de cristal con tapa, en el frigo y me duran más de 15 días. El aceite lo podemos colar antes de cubrirlas.

¡Buen provecho!

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