Tarta mousse de leche merengada
Este año mis entradas no serán tantas ni tan regulares, pero lo primero es lo primero.... y no os podéis imaginar (los que no tenéis blog) el trabajo que tiene.
Tenía pensado comenzar con una receta de verduras, algo un poco más ligero, pero creo que ya hemos tenido tiempo de desintoxicar el cuerpo de tanto exceso.
Esta tarta es bastante conocida igual que la tarta de tres chocolates, pero no veía nunca el momento de hacerla, la primera vez que la hice fue para mi cumpleaños y la segunda fue la semana pasada para el cumpleaños de mi amigo Manolo, al que le deseo una pronta recuperación y al que me gustaría hacerle tartas tan ricas como esta muchos, muchos años.
La receta la he copiado tal cual la tiene Maria Jose del blog pasen y degusten, con una base de galletas napolitanas realmente deliciosa y crujiente, pero la encontramos en otros muchos blog, la de Esmeralda del blog Recelandia es igual pero con la base de bizcocho.
Es una tarta realmente deliciosa, si te gusta la canela. Está muy buena tanto fría como natural y no es nada empalagosa, su textura esponjosa la hace muy suave. Nos ha gustado mucho a todos.
Ingredientes para un molde de 23 cm ( 12 o 14 raciones)
Para la base
- 250 gr de galletas napolitanas.
- 70 gr de mantequilla.
Para la mousse
- 600 ml de nata para montar.
- 200 ml de leche entera.
- 1 sobre de gelatina neutra o 6 láminas.
- 1 rama de canela.
- 2 limones.
- 1 lata de leche condensada pequeña (380 gr).
- 5 claras de huevo.
- Canela en polvo.
Horneamos 10 minutos a 180º C con el horno previamente caliente. Dejamos enfriar.
Montamos la nata bien firme, con cuidado de no hacerla mantequilla y reservamos en el frigorífico. No olvides que para montar la nata, esta debe estar muy fría.
En un cazo ponemos a calentar la leche con la rama de canela y la piel de uno de los limones. Cuando empiece a hervir, la partamos y dejamos que infusione un ratito, retiramos la piel del limón y la canela y añadimos el sobre de gelatina o las láminas previamente hidratadas y movemos bien para quitar los posibles grumos. Añadimos la leche condensada, mezclamos y reservamos.
Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando estén bien firmes añadimos la ralladura del otro limón y un poco de canela en polvo (una media cucharita de café).
Ponemos en un bol grande la mezcla de leche y gelatina y poco a poco vamos añadiendo cucharadas de claras montadas y mezclamos con movimientos suaves y envolventes. Después hacemos lo mismo con la nata.
Ponemos la mezcla sobre la base de galletas horneada y dejamos reposar en el frigorífico como mínimo 6 horas.
Antes de servir espolvorear con canela molida la superficie.
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