Tarta Pokeball
Mañana mi hijo se va a Madrid y la de lagrimas que estoy derramando…
Ayer cenamos en casa para despedirlo y como no podía ser de otra manera, hice todo lo que a el le gusta, una pizza monkey bread, que mas adelante os enseñaré, una tabla de quesos y de patés, una ensalada de canónigos y gulas y esta deliciosa tarta.
Mi hijo como gran número de adolescentes, este verano se ha dedicado a capturar Pokemon y estaba segura, que esta tarta le iba a gustar y mucho.
La idea de esta tarta no podía ser de otra persona que de Cristina de Kanela y limón, la imaginación de esta niña es una maravilla.
Es una tarta de queso y yogourt muy suave y cremosa. La podemos congelar y tomarla helada o simplemente dejarla en el frigo y tomar bien fría, como gustes…
No es la tarta más bonita del mundo, pero si, la que está hecha con el amor más grande del mundo.
Ingredientes para un molde de 18cm
Base
- 200 gr de galletas oreo.
- 50 gr de mantequilla fundida.
Relleno
- 200 gr de queso philadelphia.
- 200 gr de nata 35%MG muy fría.
- 3 hojas de gelatina.
- 50 ml de nata caliente.
- 125 gr de yogourt griego.
- 100 gr de azúcar.
- Una cucharada de miel.
- Una pizca de sal.
Para la cúpula
- 2 sobres de gelatina de fresa.
- 900 ml de agua.
- Colorante rojo (opcional)
Decoración
- Una galleta oreo mini.
- Un poco de chocolate fundido.
Untamos el molde, que tiene que ser desmoldable, con mantequilla y lo forramos con papel de horno, el fondo y las paredes (con la mantequilla el papel se queda bien pegado). Ponemos dentro la base de galletas y con el revés de una cuchara repartimos bien por toda la base del molde, intentado que quede bien nivelada. Reservamos en el congelador.
Para el relleno comenzamos hidratando la gelatina en agua fría unos 5 minutos. Escurrimos y las deshacemos en la nata caliente. Reservamos.
En un bol ponemos el yogourt, el queso, la miel, el azúcar, una pizca de sal y la gelatina disuelta, que estará tibia. Mezclamos hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos.
Montamos la nata fría, con varillas eléctricas y la mezclamos con la crema de queso y yogourt con movimientos suaves y envolventes. La ponemos sobre las galletas y dejamos en el congelador de un día para otro.
Calentamos 400 ml de agua y deshacemos los dos sobres de gelatina, el color no queda muy intenso, así que, añadí ½ bote de colorante rojo líquido (unas 25 gotas) mezclamos bien y cuando esté bien disuelta añadimos el resto de agua muy fría. La vertemos en el bol, teniendo en cuenta el nivel, para que tenga el mismo diámetro que el molde o un poco menos y dejamos en el frigo de un día para otro.
Decoramos con la galleta oreo mini, que le quitaremos un lado, nos quedamos con el que tiene crema y la pegamos en la tarta con un poco de chocolate fundido, presionando unos segundos hasta que enfríe y quede pegada.
La podemos tomar helada o dejarla descongelar y tomarla muy fría.
-Recomiendo que la gelatina sea un pelin mas pequeña, que el diámetro de la tarta, pues la gelatina una vez desmoldada se abre un poco del propio peso y sobre sale de la tarta.
¡ Buen provecho !
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