Confitura de tomate

Antes de que acabe la temporada natural de los tomates, vamos a hacer una confitura, que guardaremos para el resto del año. Digo temporada natural porque es cuando están mucho mas ricos, si son de cosecha al aire libre, si son de invernadero, la puedes hacer en cualquier momento. Yo aprovecho cuando me regalan tomates del pueblo y se ponen maduros.
Esta confitura o mermelada, la podemos tomar en tostadas como cualquier otra mermelada, en tostas con queso de cabra, para acompañar carnes de fuertes, incluso en ensaladas, bueno y como se te ocurra.
Las conservas son algo delicadas de hacer y sobre todo de conservar. Tengo que reconocer que el tema del botulismo me da algo de yuyu, así que todas las conservas que hago, a pesar de hacerles el vacío, las guardo en el frigo. Pero es una manía mía, si el vacío está bien hecho no es necesario refrigerarlas.
No pongo cantidades, dependerá de la cantidad que quieras hacer.




Ingredientes

- Tomates.
- Azúcar.
- Un limón.
- Botes para conservas.




Lavamos muy bien los botes y los metemos en el horno, sin la tapa, unos 10 minutos a 200ºC, los dejamos enfriar.
Usaremos tomates bien rojos (si no tienes cosecha y los tiene que comprar, los de pera son muy buenos para esta preparación).
Le quitamos la piel y las semillas, los cortamos en cuadritos y los escurrimos muy bien. Los pesamos y añadimos la misma cantidad de azúcar.


Ponemos en una cacerola el tomate con el azúcar y la piel de limón (si vamos a hacer poca cantidad pondremos solo la mitad), dejamos cocer a fuego suave hasta que se vaya haciendo un almíbar. Cuando esté a punto de hebra floja, unos 20 o 30 minutos, se retira del fuego y se deja enfriar.
Aunque parezca que se queda algo líquida, cuando enfría espesa un poco.
Con la mermelada todavía caliente, llenamos los botes hasta el borde, los cerramos muy bien y los ponemos boca abajo, hasta que estén completamente fríos, así harán vacío y se conservaran bastante tiempo.




¡Buen provecho!

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